Julio C.

Tello

Fundador de la arqueología peruana

Explora:

Explora:

Galería

Publicaciones

BIO

“El más original y creador de los investigadores históricos”, escribió Luis Alberto Sánchez para describir en pocas palabras al fundador de la arqueología moderna peruana. Su legado es uno de los más invaluables para el Perú del siglo XXI.

Julio César Tello Rojas nació en 1880 en Huarochirí, en los Andes centrales. Su padre, agricultor, tomó la decisión de enviar a Julio a Lima a seguir estudiando después de realizar los estudios primarios en su ciudad natal. En 1900, a los 20 años de edad, ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, específicamente a la Facultad de Medicina, donde trabó amistad con uno de los hijos de Ricardo Palma y, eventualmente, con el propio escritor que lo apoyaría para laborar en la Biblioteca Nacional y el Museo Raimondi. Ahí se iría encendiendo su interés por la investigación histórica y arqueológica, que se plasmaría en su tesis de medicina sobre enfermedades de transmisión sexual en el antiguo Perú.

El gobierno de Leguía concedió una beca para que Julio continuara sus estudios en la universidad de Harvard, en Estados Unidos, donde fue discípulo de importantes arqueólogos de la época. Continuó después estudios de antropología en Alemania y volvió al Perú en 1913 para desarrollarse como lo describe Raúl Porras Barrenechea: “En Tello, que es el primer arqueólogo científico peruano, nutrido de técnica y de ciencia europea, se funden todas las calidades de sus antecesores en la faena arqueológica”.

Sus sistemáticas exploraciones siguiendo métodos de punta en la investigación arqueológica de la época aportaron descubrimientos decisivos para la reconstrucción del pasado prehispánico peruano y sudamericano, hasta entonces territorio desconocido y sujeto a interpretaciones más cercanas a los mitos y leyendas que a la realidad histórica. En su invaluable legado ensayístico está el registro de sus descubrimientos: Trepanación en los Yauyos del Perú (1912), Arawak, fragmento lingüístico sudamericano (1913), Los antiguos cementerios del valle de Nazca (1917), Introducción a la historia antigua del Perú (1921), Antiguo Perú (1929), Origen y desarrollo de las civilizaciones prehistóricas andinas (1942), Sobre el descubrimiento de la cultura Chavín en el Perú (1940), Vira Hocha (1949), Paracas (1959), entre muchos textos más.

Entre ellos hay uno que muestra otra de las preocupaciones centrales en la obra de Tello y uno de sus mayores legados; ya en 1918 escribía Presente y futuro del Museo Nacional, donde plasmaba su aprendizaje de conservador, la labor de preservación patrimonial realizada como diputado por Harochirí desde 1913, y su preocupación por la divulgación de los descubrimientos arqueológicos  e históricos; es decir que le preocupaba especialmente la importancia formativa del conocimiento del pasado para la construcción de la identidad y la proyección hacia el futuro. Su herencia museográfica es parte central de nuestro patrimonio actual. En 1919 fundó el Museo de Arqueología y Etnología de la Universidad de San Marcos, y fue su director hasta su fallecimiento; en 1924 organizó y dirigió el Museo de Arqueología Peruana y el Instituto de Investigaciones Arqueológicas, y en 1945 formó el Museo Nacional de Arqueología y Antropología para reunir el patrimonio hasta entonces disperso.

Línea de Tiempo

JULIO-C-TELLO-timeline-final

Material
para
descargar

Peso del archivo: 4,8 MB