El Museo Nacional del Perú, decretado como proyecto político en 1822, fue concebido como una institución que debía materializar la idea de una identidad nacional peruana. De ahí que esto incluyera la reconstrucción del pasado y lo que se consideraban los rasgos distintivos de la nueva nación.
Sin embargo, su turbulenta historia a lo largo de 200 años nos enfrenta ad portas del Bicentenario con prácticas institucionalizadas que, al construir y priorizar ciertas narrativas sobre los objetos culturales y las poblaciones asociadas a ellos, han contribuido a excluirlas de lo que fue demarcándose como la comunidad nacional peruana.
El proyecto de animación presentado nos invita a reconocer el valor polisémico de los objetos culturales a lo largo de su historia, desde su expropiación colonial hasta su representación en los espacios de museos, particularmente en el Museo Nacional del Perú, promoviendo una necesaria reflexión sobre las voces que fueron omitidas y las historias que no fueron contadas.
¿Es posible transformar las narrativas eurocéntricas detrás de la fundación del Museo Nacional del Perú y modelar colectivamente un museo que represente todas nuestras identidades y responda a las problemáticas de desigualdad que enfrentamos en la actualidad?