Una de las primeras grandes demandas de las mujeres en el último tercio del siglo XIX fue la educación. Este derecho fue considerado por educadoras de vanguardia como Teresa Gonzáles de Fanning y Elvira García y García como una herramienta fundamental para que las mujeres pudieran aspirar a mejores oportunidades y proyectos de vida. En ese sentido, el acceso a la educación fue una piedra angular para la constitución de la autonomía de las mujeres peruanas.