La historia de Sarita Román es real. Ella es vecina de “Los Barracones del Callao” de toda la vida. Su padre, un trabajador del puerto, fue asesinado cuando ella tenía doce años. Dos años después, se convirtió en madre adolescente. Tuvo que retirarse del colegio. Cuatro hijos más llegaron. Conoció la violencia de pareja, los celos, el control y el abandono. En medio de condiciones injustas y dolorosas, comenzó a ejercer política en su barrio. Fue elegida tres veces consecutivas como miembro de la Junta Directiva Vecinal de San Judas Tadeo y trabajó con el gobierno local. Su vida personal fue el impulso para responder al problema de la discriminación, el machismo y la pobreza estructural en una zona que es importante conocer desde el testimonio de quienes la habitan.
