Para enfrentar la pandemia de COVID19 el gobierno peruano declaró una cuarentena rígida en todo el país. La idea era mantenerse a salvo, quedándose en casa. Sin embargo, para miles de mujeres y niñas este mandato significó quedar recluidas en espacios de riesgo para su integridad, aisladas de redes o instituciones de protección. ¿Por qué el hogar, el espacio doméstico, es un lugar donde la violencia convive con la impunidad?