Un amanecer de libertad: Bicentenario de la batalla de Ayacucho

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Dos mil actores recrearon la gesta histórica en la Pampa de Ayacucho. Hubo ceremonia de honor, activaciones y un público que vibró con la escenificación de este importante hito histórico, el pasado 9 de diciembre

 

Hace dos siglos, el silencio de los Andes fue interrumpido por los tambores de guerra y gritos de libertad. Aquí, en la que ahora llamamos Pampa de Ayacucho, fue testigo del ocaso definitivo del dominio español en Sudamérica. Ayacucho, que traducido del quechua significa “rincón de los muertos”, se convirtió en símbolo de esperanza y libertad, es aquí donde nuestra historia cambió para siempre.


El lunes 09 de diciembre una lluvia intensa, sumado a un frío aire, nos dan la bienvenida a la pampa, como si quisieran recordarnos que este no es un día cualquiera, es un día para recordar a los miles de hombres y mujeres que, hace 200 años, dieron su vida por nuestra independencia. Hoy nos hemos reunido para rendir homenaje a quienes lucharon en estas pampas, no solo para honrar su valentía, sino también para recordar todo lo que hemos logrado como país. Es el momento ideal para mirar hacia atrás con gratitud y hacia adelante con responsabilidad, porque aún nos queda un camino largo por recorrer y metas por cumplir como nación.

 

A lo lejos escucho a Junior Silva, conductor del programa Modo Bicentenario, entrevistando al público asistente. “¿Quién se siente más peruano que nunca?”, pregunta. “¡Yo!”, responden al unísono. “¿Quién ama Ayacucho con todo su corazón?”, vuelve a preguntar. “¡Yo!”, se escucha de nuevo. Y, finalmente, oigo: “¡Viva el Perú!” – “¡Viva!”. En ese instante, un escalofrío de felicidad recorre mi cuerpo. Yo también me siento así, me siento profundamente orgullosa de ser peruana, de estar caminando en el mismo suelo donde se selló nuestra independencia.

No hay nada más importante que entender que la historia es una guia para seguir luchando por un mejor país, es nuestro deber seguir ese legado. Mientras me voy acercando hacia ellos, escucho a la señora Julia Salesiano responderle a Junior: “Nosotros estamos aquí desde temprano, desde las ocho. Estoy muy contenta, han venido visitantes de todos lados, todos los peruanos estamos alegres”, una sonrisa orgullosa aparece en su rostro.

En estos actos conmemorativos también participaron el gobernador regional de Ayacucho, Wilfredo Oscorima; el alcalde del distrito de Quinua, Rupert Límaco; el alcalde de Huamanga, Juan Carlos Arango; así como otras autoridades y delegaciones internacionales de Argentina, Chile, Bolivia y Colombia, quienes rindieron homenaje a los patriotas que ofrendaron su vida por la libertad de la región

Actos conmemorativos

La ceremonia comenzó con un pago de agradecimiento a la Madre Tierra, seguido del izamiento de las banderas. Luego, la banda de música de la Segunda Brigada de Infantería del Ejército interpretó el Himno Nacional del Perú, posteriormente inició una misa litúrgica presidida por el arzobispo de Ayacucho, monseñor Salvador Piñeiro. Se realizó el encendido de la llama votiva y además hubo una colocación de ofrendas florales en honor a los caídos, así como un desfile de las unidades del Ejército, delegaciones de escolares campeones del desfile cívico escolar y representantes de las 11 provincias de Ayacucho.

Mientras la mañana iba avanzando, las expectativas sobre la gran escenificación de la batalla de Ayacucho iban aumentando, con más de 2500 actores en escena, en el cerro Condorcunca. Niños, jóvenes y adultos, todos reunidos para representar el histórico enfrentamiento entre patriotas y realistas.

Actos conmemorativos

La ceremonia comenzó con un pago de agradecimiento a la Madre Tierra, seguido del izamiento de las banderas. Luego, la banda de música de la Segunda Brigada de Infantería del Ejército interpretó el Himno Nacional del Perú, posteriormente inició una misa litúrgica presidida por el arzobispo de Ayacucho, monseñor Salvador Piñeiro. Se realizó el encendido de la llama votiva y además hubo una colocación de ofrendas florales en honor a los caídos, así como un desfile de las unidades del Ejército, delegaciones de escolares campeones del desfile cívico escolar y representantes de las 11 provincias de Ayacucho.

Mientras la mañana iba avanzando, las expectativas sobre la gran escenificación de la batalla de Ayacucho iban aumentando, con más de 2500 actores en escena, en el cerro Condorcunca. Niños, jóvenes y adultos, todos reunidos para representar el histórico enfrentamiento entre patriotas y realistas.

 

Más de 2000 actores, entre escolares, miembros del Ejército y ciudadanos de Ayacucho, participaron en la recreación del enfrentamiento entre patriotas y realistas, un momento clave de la independencia sudamericana, sucedido el 9 de diciembre de 1824, cuando las fuerzas patriotas, lideradas por Antonio José de Sucre, derrotaron al ejército realista, asegurando la independencia nacional

 

El espectáculo de la escenificación fue complementado por actividades educativas y culturales, como la presentación de relatos históricos, paneles informativos y una experiencia de realidad virtual mixta y aumentada, que permitió a los asistentes vivir de manera interactiva los hechos ocurridos hace 200 años. El Proyecto Especial Bicentenario entregó libros y Bicenta, la mascota del Bicentenario, se hizo presente

 

La representación reunió a más de 20,000 espectadores, quienes, envueltos en una ola de emociones, fuimos transportados al 9 de diciembre de 1824. Aunque debo admitir que lo que más me marcó fue la despedida de los soldados y sus familias antes del enfrentamiento, ese momento me dejó un nudo en la garganta, que me hizo reflexionar en lo dolorosa y esperanzadora que fue esa batalla.

Después de 200 años, la conmemoración de la batalla de Ayacucho representa una gran oportunidad para renovar nuestro compromiso no solo de honrar el pasado, sino también con el futuro, con la promesa de trabajar unidos por un país mejor.