La ciudadanía peruana no tiene fecha de proclamación

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Por Betsaida Paz Majluf

Especialista de Experiencia Bicentenario en la Escuela

 

Cada ciudadanía es particular por los deberes y derechos específicos que le otorga a sus ciudadanas y ciudadanos, pero cada una se define realmente en la interacción cotidiana de la convivencia pública. Es por esto que la convivencia termina siendo, inevitablemente, una forma de práctica política: es en la cotidianidad en la que podemos medir los límites de nuestro ejercicio ciudadano. 

Al nacer de un proceso de independencia colonial, la ciudadanía peruana tiene una serie de particularidades que la diferencian de las europeas y que la equiparan a otras ciudadanías latinoamericanas o de países que han pasado por procesos similares. La peruana no solamente es relativamente nueva: de 201 años (198 años considerando que la independencia se selló en 1824 con la batalla de Ayacucho), sino que también mantiene imaginarios colectivos de antaño, que son incompatibles con la forma de gobierno que tenemos, basada en la democracia. 

Esos imaginarios colectivos que aún conviven con nosotros y nosotras y que obstaculizan el ejercicio pleno de nuestras ciudadanías son aquellos que están basados en principios racistas o clasistas, y entran en conflicto con las formas democráticas de gobierno que intentamos aplicar. Se ponen de manifiesto, por ejemplo, cuando un periodista elige usar la palabra “ciudadanos” versus “pobladores” según la temática, el área geográfica o la clase social de la cual provenga el colectivo ciudadano que genera el reclamo. 

Otra característica de nuestra ciudadanía es que, a pesar de que debería ser una sola, en la práctica pareciera que hubiera muchos tipos de ciudadanías, por el grado de desigualdad social que tenemos. Esa desigualdad ciudadana de la que todas y todos hemos sido objeto alguna vez: la desigualdad que tenemos frente a los medios, frente a la ley, frente a la protección social y frente al trato institucional.

Por otro lado, lo maravilloso de una institución como la ciudadanía es que es oficialmente válido que cada uno de nosotros participe en su delimitación. Sin embargo, actualmente no contamos con canales ni herramientas idóneas para esta construcción o reconstrucción. Primero, necesitaríamos que cada ciudadana y ciudadano conozca los canales y mecanismos que ya existen para elevar sus intereses, demandas y negociaciones; segundo, todas y todos deberíamos tener igual acceso a esos canales; y tercero, esos canales deberían ser inviolables para y protegidos por cualquier institución, sea esta pública, privada o civil. 

Si ponemos nuestro propio proceso nacional en perspectiva, nos encontramos en un momento histórico en el cual no hemos terminado de captar la esencia de la ciudadanía democrática y sin embargo el paradigma democrático ya está siendo cuestionado en el mundo por serios problemas de origen. Solo nos queda reinventarnos mirando hacia adentro, sin dejar de mirar hacia afuera, pero con una fuerte convicción de que no hay nadie mejor que nosotros para encontrar caminos que nos lleven hacia un equilibrio social inclusivo, plural y sostenible. 

Al bicentenario de nuestra independencia, habilitar y validar nuevos canales y mecanismos de participación, así como fortalecer capacidades individuales para el ejercicio ciudadano desde la cotidianidad, es un imperativo. El principal activo de una nación: sus ciudadanos; y la principal herramienta de un individuo en sociedad: su ejercicio ciudadano, deberían ser parte de una planificación a conciencia y concertada entre diversos actores sociales. 

Es en este contexto que el Proyecto Especial Bicentenario, a través de su iniciativa de educación para la ciudadanía Experiencia Bicentenario en la Escuela, dirigida a las primeras generaciones peruanas, busca contribuir desde lo institucional público para la promoción de una nueva cultura ciudadana basada en el ejercicio de derechos, la igualdad y el diálogo. 

Puedes conocer la propuesta de Experiencia Bicentenario en la Escuela, descargar sus recursos pedagógicos y participar en sus actividades a través de su página web https://www.bicentenario.gob.pe/EBE/, de la página web del PEB https://bicentenario.gob.pe/ y mediante nuestras redes sociales.