El Peruano Liberal y la disputa entre el virrey Abascal y el Cabildo de Lima (1813)

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Por: Víctor Arrambide Cruz
Unidad de Gestión Cultural y Académica – Proyecto Especial Bicentenario

24 de marzo de 2022

 

Desde hace unas décadas, muchos estudios resaltan el papel de la prensa en el contexto de las Cortes de Cádiz, y su relación con el desarrollo de la lectura política, cuya presencia en el Perú se debe a la innovación cultural auspiciada por el despotismo ilustrado de la segunda mitad del siglo XVIII y al estallido de acontecimientos que afectaron la estabilidad de las monarquías europeas. El desarrollo de la lectura política se vio reflejado con el incremento de las librerías y de cafés donde se comentaba sobre el acontecer local, literatura y política, así, se convirtieron en el lugar perfecto para intercambiar pasquines y periódicos.

Cuando llegaron a Lima las noticias de la abdicación de los reyes de España y la conformación de una Junta Central, el virrey Fernando de Abascal dispuso todo lo necesario para afianzar la fidelidad al gobierno legítimo y así evitar que en la capital se forme una junta como se había formado en varias ciudades del continente. En tanto, el Cabildo de Lima eligió su representante ante las Cortes de Cádiz y en 1812 recibió la Constitución,  la misma que establecía que los cabildos debieran transformase en cabildos constitucionales, con autoridades elegidas mediante elecciones, oportunidad que fue aprovechada por los críticos de Abascal para asumir el control del ayuntamiento. Esto se logró luego de las elecciones en diciembre de 1812.

Por otro lado, en abril de 1811 se recibió en Lima el decreto de las Cortes que declaraba la libertad de imprenta. La llegada de este decreto significó el incremento del número de publicaciones que desarticularon el monopolio de la información que manejaba el virrey. Así aparecieron periódicos como El Peruano, El Satélite del Peruano, El Argos Constitucional, El Investigador, entre otros. Pese a la vigencia del decreto de libertad de imprenta, Abascal supo jugar al filo de la norma para censurar las publicaciones que no eran afines a su voluntad.

El Cabildo Constitucional, que estaba en una abierta confrontación con el virrey, vio la necesidad de contar con una tribuna de difusión de sus actividades. Es así que proyectó la creación de un periódico, que fue encomendado a Tadeo López, un comerciante limeño que, en el contexto gaditano, se involucró en el negocio de la compra y venta de libros y abrió una imprenta, la Imprenta Peruana, ubicada en la calle Judíos, que al parecer fue la primera en Lima que fundió tipos. Así, a inicios de octubre de 1813 apareció el prospecto de El Peruano Liberal. Fue un periódico efímero que se publicó los jueves y domingos. Duró tan solo 22 números, siendo el último de estos el del 12 de diciembre de 1813.

Sobre El Peruano Liberal, Ascensión Martínez lo ubica como un periódico de tendencia liberal reformista. No cuenta artículos de teoría política, pero sí sobre algunos temas característicos del liberalismo como la importancia y buena necesidad de la educación y sobre la teoría económica. Además, su discurso favorece el acatamiento a las autoridades, la integridad de la monarquía española y tiene una visión optimista del futuro. Víctor Peralta señala que su discurso no busca intensificar la disputa entre peninsulares y criollos, sino crear una opinión sobre la nueva coyuntura política, donde se contraponían españoles amigos del despotismo con españoles partidarios de la línea constitucional.  Además, las páginas de El Peruano Liberal fueron la tribuna perfecta para que los miembros del Cabildo repliquen las propuestas de Abascal y sus partidarios, así como dar luz a los problemas que sufrían los diversos ayuntamientos constitucionales, sobre todo en la elección de los disputados para las Cortes y el financiamiento de su viaje.

En compensación al papel de López, el Cabildo Constitucional le otorgó una medalla. Cuenta Ricardo Palma en sus Tradiciones peruanas que López, para exhibir la condecoración, se mandó hacer “una casaca azul bordada de seda, y con pantalón a la rodilla, media filipina, zapato con virillas, espadón al cinto y sombrero de tres candiles”, y ostentó la medalla en una procesión ocurrida el domingo 21 de noviembre de 1813. Tal ostentación causó alboroto en la población, como se ve en la prensa de la época, principalmente en El Investigador, periódico que sirvió a los intereses virreinales.

Finalmente, ¿qué pasó con la medalla? Palma cuenta que Abascal lo mandó llamar ante el escándalo que se produjo en la procesión. Allí le increpó quién le había autorizado dicha condecoración. López le contestó que fue el Cabildo “haciendo a mis méritos la justicia que no ha querido hacerles vuecencia”. La repuesta de López enfureció a Abascal, quien le arrancó la medalla y lo amenazó con la cárcel si es que no se largaba. Al día siguiente “le devolvió la medalla destruida a golpe de martillo, enviándole por separado los diamantes”. Frente a la ficción, las fuentes nos dicen que luego de la procesión, se abrió un proceso donde el fiscal señalaba que las corporaciones tenían limitaciones para dar ese tipo de condecoraciones sin medir las consecuencias, y el mal uso que López le dio a ese don. Finalmente, se solicitó que la medalla sea recogida, devolviéndose a López el lazo con los cuatro brillantes. El destino de la medalla de López no fue ajeno a la capital, publicándose algunos textos que se burlaron del destino del condecorado.

La Imprenta Peruana cerró en 1816, cuando se había restablecido el absolutismo y abolido el decreto de libertad de imprenta dos años antes. Como hemos visto, El Peruano Liberal simbolizó el enfrentamiento entre Abascal y el Cabildo Constitucional en una época donde el virreinato peruano conocía por primera vez la libertad de imprenta, una verdadera revolución política producto de la Constitución de Cádiz.

 

Referencias:

Ascensión Martínez Riaza. La Prensa Doctrinal en la Independencia del Perú. 1811-1824. Madrid: Ediciones Cultura Hispánica, Instituto de Cooperación Iberoamericana, 1985.

Víctor Peralta Ruiz. En defensa de la autoridad. Política y cultura bajo el gobierno del virrey Abascal. Perú 1806-1816. Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto de Historia, 2002.

Víctor Arrambide Cruz. “Tadeo López: librero e impresor en tiempos de revolución”, en: Claudia Rosas (ed.). Los rostros de la independencia. El nacimiento del Perú desde las vidas de sus protagonistas. Madrid: Sílex Ultramar, 2021

Ricardo Palma. “Don Tadeo López, el condecorado”, en: Tradiciones Peruanas completas. Madrid: Aguilar, 1957.