Bicentenario: una oportunidad para el Perú, por Laura Martínez

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Laura Isabel Martinez Silva
Directora Ejecutiva del Proyecto Especial Bicentenario

Y es así cómo no sólo cabe hablar del Perú como problema y posibilidad socialmente (…). También cabe hablar del Perú como problema y posibilidad humanamente, en lo que respecta a sus hombres y sus mujeres. El presente ofrece también a este respecto indicios y presagios de que en el porvenir la vida será diferente, es decir más alegre, más completa, más plena.
Jorge Basadre.
Perú problema y posibilidad, p 229.

Hace casi 200 años, se pronunciaba en la Proclamación de la Independencia del Perú: “El Perú, desde este momento, es libre e independiente por la voluntad general de los pueblos y por la justicia de su causa que Dios defiende. ¡Viva la patria! ¡Viva la libertad! ¡Viva la independencia!». Al respecto, el ilustre historiador Jorge Basadre Grohmann, quien en su obra monumental Historia de la República del Perú analizó el discurso y señaló que estas frases encarnaban un cambio histórico, en ellas había surgido “la voluntad de los pueblos”, palabras que no solo daban inicio a una república con un gran legado ancestral e histórico sino también que inauguraron un ciclo de cultivos que originaría un porvenir liderado por el compromiso de trabajo conjunto e infatigable frente a las dificultades y problemas. La independencia del Perú es, ante todo, un proceso en constante redefinición, con hitos históricos que nos invitan a dialogar nuevamente con el pasado con otras interrogantes y miradas para comprender mejor el presente y, de esta manera, lograr avanzar con valores, metas e imaginarios hacia el futuro.

Han pasado casi dos siglos y la conmemoración del bicentenario de nuestra independencia nos plantea la oportunidad de construir un mejor país pese a los múltiples escenarios de adversidades y problemas por los cuales hemos transitado, al cual se suma recientemente la emergencia sanitaria a consecuencia del COVID-19, la crisis política y económica nos enfrenta aún en este contexto difícil por el cual atravesamos. Pese a ello, las peruanas y peruanos reconocemos la necesidad de reflexionar el país y tomar acción para la construcción del Perú que queremos y anhelamos. Desde el Proyecto Especial Bicentenario (PEB) estamos convencidos de que la conmemoración de los doscientos años de independencia del Perú es un momento histórico para volver a reflexionar, reconstruir y redefinir nuestra ciudadanía pensando en que la resistencia, la solidaridad, el diálogo y empatía pueden ser los elementos unificadores de nuestra identidad nacional. Entendiendo que nuestras fortalezas radican en la diversidad cultural, concibiendo nuestras diferencias de origen y visiones del mundo como características que le dan valor a la identidad peruana, reconociendo también que en esta heterogeneidad se ha consolidado con la participación de la juventud, esta “Generación Bicentenaria” ha surgido para liderar, encaminar y vigilar los destinos de nuestro país con la convicción de trabajar enérgicamente por una sociedad más igualitaria y democrática.

Actualmente, el PEB ha regresado al Ministerio de Cultura para continuar con la Agenda Bicentenario; aunque reformulada por el impacto de la pandemia, sigue trabajando de manera articulada con todas las regiones la conmemoración histórica, programación cultural, parques bicentenario y coordinando una agenda internacional. Promueve, especialmente, espacios de diálogo y colaboración ciudadana; igualmente, viene organizando y articulando las Cátedras Bicentenario, un encuentro en el que reconocidos académicos y especialistas de diferentes universidades del Perú y del extranjero analizan, reflexionan y dialogan sobre una serie de hitos de la historia republicana a partir del contexto actual. Destacan también los Cabildos Bicentenario, encuentros dirigidos principalmente a los y las jóvenes con la finalidad de promover su participación activa en la elaboración de propuestas de innovación social para el desarrollo del país. Aunado a ello, el PEB está comprometido en seguir promoviendo y visibilizando los espacios para el intercambio de ideas y saberes, fomentar el pensamiento crítico y, con ello llevar la voz de cambio y esperanza de un futuro más equitativo a todo el país.

El Bicentenario de nuestra Independencia es sin lugar a dudas un enorme desafío, a su vez, también nos ofrece un abanico de oportunidades para unir a “todas las sangres”; para imaginarnos, pensarnos, mirarnos y escucharnos; para trabajar juntos, desde nuestras diferencias, por un país más íntegro, con menos desigualdad y sin violencia; para conmemorar, honrarnos, aunar voluntades y entender que no es un fin sino un inicio, “un nuevo comienzo”, con ello, una oportunidad única para recuperar la esperanza y la confianza en el futuro del Perú y, también, en nosotros.


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