El efecto del cuadro

¿Qué implica recrear el pasado por medio de una imagen? La historia del artista nos puede dar varias pistas. Cuando Lepiani pintó La proclamación de la Independencia, se pensaba que un gran cuadro de tema histórico solo podía hacerse bien en Europa. Y no importaba si el asunto del cuadro sucediese en el Perú.

Aunque hoy nos puede parecer extraña aquella actitud, si reflexionamos bien, resulta muy comprensible. En Italia, Lepiani conoció una obra que le ayudaría a enfrentarse al reto de pintar de manera verosímil una escena de la historia peruana. Como señala la historiadora Nanda Leonardini, el artista limeño se inspiró en el Ecce Homo, un famoso cuadro realizado en 1871 por el pintor suizo Antonio Ciseri (Ronco sopra Ascona, 1821 - Florencia,1891). A partir de este modelo, Lepiani pudo crear una imagen convincente sin necesidad de reconstruir con verdadero rigor lo que había ocurrido aquel 28 de julio de 1821. Lo que le importaba era crear una composición que pudiera hacernos sentir parte de la escena representada, moviendo nuestras emociones y no nuestra capacidad de reconocer la verdad histórica de cada detalle representado. ¿Quieres comparar los cuadros de Lepiani y Ciseri?

La proclamación de la Independencia, 1904. Juan Lepiani (Lima, 1864 - Roma, 1932). Óleo sobre tela, 274 x 397 cm.
Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú. Ministerio de Cultura del Perú.
Ecce Homo , 1871. Antonio Ciseri (Ronco sopra Ascona, 1821 - Florencia,1891). Óleo sobre tela, 292 x 380 cm. Galería de Arte Moderno, Palazzo Pitti, Florencia. Foto: © Palazzo Pitti.

En la escena de Ciseri, Poncio Pilatos está ubicado en un balcón, de espaldas al espectador y en el centro de la imagen, de la misma forma en que Lepiani representó a San Martín. A su lado está Cristo, también casi de espaldas, expuesto a una multitud ubicada en una plaza al frente de nosotros. A su vez, es curioso que Lepiani coloque la figura de un religioso en el lugar que el pintor suizo ubica a Jesús, aunque ella cumpla un papel secundario en la acción representada.

Sin duda, la obra de Ciseri resulta impactante por su verismo casi fotográfico, que nos invita a sumergirnos en la escena con una intensidad mucho mayor que la del cuadro de Lepiani. Pero el pintor suizo construye, al mismo tiempo, una relación compleja entre la imagen y el espectador, ya que ninguno de los personajes que aparecen en su obra nos mira directamente. A su vez, la baranda del balcón donde se encuentra Cristo tiene un diseño que obstaculiza nuestra vista, diferente de la balaustrada más abierta que presenta el tabladillo de La proclamación de la Independencia. Ambos detalles buscan poner un límite a la sensación de cercanía que el resto de elementos del cuadro producen en el espectador, para establecer una distancia que remarca el carácter sagrado de Cristo. Aunque podemos adivinar la belleza del rostro de Jesús, el pintor ha optado por no representarlo de manera directa, porque quiere que seamos nosotros mismos los que imaginemos sus gestos de dolor y que completemos así la escena.

El efecto conseguido por Ciseri resultó muy novedoso en su momento, y al mismo tiempo recordaba una anécdota muy conocida de los inicios del arte occidental. Con su impactante cuadro, el suizo parecía actualizar la famosa historia de Timantes, un pintor griego admirado por su capacidad para representar las emociones humanas. Su obra más famosas –hoy desaparecida- representaba a Ifigenia sacrificada como castigo por una ofensa cometida por su padre Agamenón. Timantes compuso la imagen como una detallada descripción de las distintas actitudes asumidas ante aquel terrible acontecimiento. Pero al tener que representar a Agamenón, optó por pintarlo con el rostro cubierto, y consiguió así una imagen más potente del dolor humano que la que hubiese obtenido mostrando directamente a aquel personaje.

Como Lepiani nos demuestra en su obra, para que una pintura de tema histórico resulte convincente no es necesario reconstruir con precisión cada detalle del pasado. Puede ser más importante, por ejemplo, descubrir qué soluciones encontraron otros artistas al enfrentarse al reto de imaginar una historia.