Túpac Amaru
¿Conoces su verdadera imagen?

Si bien no existe un retrato que muestre su verdadero rostro, los peruanos reconocemos fácilmente a Túpac Amaru II. Aparece en numerosas imágenes que ilustran los libros de historia peruana. El personaje se llamaba, en realidad, José Gabriel Condorcanqui, y era un comerciante dedicado al arrieraje o transporte de mercaderías. “Indio noble”, fue cacique de Surimana, comunidad ubicada en la actual provincia de Canas, en el Cuzco. Entre 1780 y 1781, Condorcanqui asumió el nombre de Túpac Amaru para liderar la más importante rebelión anticolonial previa a las guerras de Independencia.

Túpac Amaru, ca. 1970. Teodoro Nuñez Ureta (Arequipa, 1912 – Lima, 1988). Óleo sobre tela, 246 x 200 cm. Museo Central, Banco Central de Reserva del Perú

Después de su brutal ejecución, ordenada por las autoridades virreinales en 1781, prácticamente no quedaron representaciones de Túpac Amaru y sus compañeros. Sin embargo, su recuerdo se mantuvo presente y era necesario ponerle un rostro. Por ello, nuestra capacidad de identificar el supuesto aspecto de Condorcanqui proviene de la rápida multiplicación de sus retratos imaginarios a partir del siglo XX. Como si se tratara de un juego de variaciones sobre un mismo tema, las numerosas representaciones actuales de Condorcanqui comparten rasgos comunes.

Más allá de que Túpac Amaru haya podido parecerse a alguno de sus retratos imaginarios, la mayoría de estos enfatiza algunos rasgos de su rostro. Esa búsqueda de veracidad tomaba como punto de partida los documentos coloniales, que describen al héroe como un “indio”. Sin duda, el aspecto físico y el color de la piel eran muy importantes para definir las identidades en esa época. Pero nuestra necesidad de precisarlos con sumo detalle responde, en realidad, a una comprensión principalmente “racial” –y, por tanto, moderna- de lo “indígena”, basada en el reconocimiento de un conjunto muy particular de características físicas.

Afiche de mitin de la Federación Agraria Revolucionaria Tupac Amaru (FARTAC), Cusco. 1975. Anónimo. Impresión offset sobre papel. Archivo María Luy y Francesco Mariotti. Museo de Arte de Lima, MALI

A su vez, las imágenes actuales de Túpac Amaru no solo buscan remarcar su lucha contra las autoridades coloniales. Lo muestran, sobre todo, como un héroe “nacional”. De esta forma, la llamada Gran Rebelión encabezada por Condorcanqui adquiere valor, sobre todo, por su papel dentro de un proceso más amplio que conduciría inevitablemente hasta la Independencia del Perú.

Para muchos, la “raza” y la “nación” son categorías que parecerían corresponder a realidades objetivas. Pero se trata en realidad de conceptos modernos que pueden distorsionar nuestra comprensión del pasado. También nos impiden ver la compleja forma en que construimos actualmente nuestra identidad y nuestra relación con los demás. En ese sentido, ¿qué significaba para Túpac Amaru, en su tiempo, reconocerse como “indio noble”? Y ¿De qué nos sirve entenderlo más allá de una historia “nacional” del Perú?